viernes, 7 de noviembre de 2008

Adalberto y el caso del asesino del post-it 5

La charla
Pose de Adalberto cuando piensa encima de una piedra

- Bien, lo primero de todo es meterme en situación y de momento... ¡Vosotros tres! Refiriendose al Comisario Jefe Lipe, al Inspector Mento y al Subinspector Tuga - ¡Untaos de aceite y a bailar!

- ¡Pero que estás diciendo!

- ¡Lo que habéis oido! ¡Y Tú! Mirando fíjamente a la Agente Tazas ¡Amorrándote al pilón!

- ¿Pero tú estás jodídamente loco?

- Señorita Tazas, me temo que tendremos que hacer lo que nos dice si queremos averiguar el enigma de los post-it. Dijo Lipe

- Comisario Jefe, esto no lo hago como un cobro, sino como un castigo por lo de detective de mierda (que me jode mucho) y por que me gusta, ¡Qué coño!

Todo este material tiro a la basura Adalberto pues sólo utilizó su intelecto para descifrar los enigmas

Adalberto se quitó lentamente el sombrero y lo dejó suavemente sobre la cabeza de Tazas.

-Muy bién, señores. ¿Recuerdan qué decía el primer post-it?

- Sí. Era un post-it azul que ponía 4/5 Dijo Mento

- Exacto Mento. Por cierto, responded sin dejar de bailar, que si no me desconcentro. Por donde iba... ¡Ya! Exacto, Mento. ¿Y que es azul y es cuatro quintos de un todo?

- Pues ni puta idea. Dijo Tuga

- Yo tampoco. Dijeron al unísono Mento y Lipe González

- Tazas, cuando quieras responder algo, puedes dejar lo que estás haciendo y responder.

- Ni futa ifea. Dijo Tazas

- Pero bueno, mira que sois zoquetes. Está claro. ¡El mar, idiota, el mar!

- ¡Ostia puta!, Pues tiene sentido.

- Pues claro que lo tiene. Pasemos al segundo pos-it. Ponía Titanic, si no me equivoco.

- Sí. Dijo Tuga

- Así sólo, Titanic dice poco, pero si se combina con que el cadáver que llevaba pegado el post-it era de una mujer y que además era cantante, ya nos dice más.

- Pues todavía no caigo. Dijo Tuga mientras Tazas sólamente movía la cabeza en señal de estar de acuerdo con él.

- Pues está clarísimo. Una mujer que canta Titanic... ¡Celi Dion! (Ya, ya sé, abuelita que se escribe Celine y no Celi, pero la historia la estoy escribiendo yo y además si no es así luego despiés no me cuadran las cosas)

- ¡Reostia puta! pues esto también tiene sentido.

- Por supuesto. ¿Pero con quién os creeis que estáis hablando?

- Venga, Adalberto, no vaciles tanto. Dijo Mento

- Cállate, Mento, y sigue bailando. Sigamos. El tercer post-it es el más enrevesado.

- Sí, era muy raro, ponía "Va detrás del noble, juega como Gento y pesa casi 23" Dijo Lipe González mientras Tazas seguía asintiendo.

- Cuando vi este post-it, estaba seguro de que me iba a llevar más tiempo de lo normal el descubrir su mensage oculto pero al final logré descubrirlo y llegué a la conclusión de que se trata de sodio.

- ¿De sodio?

- Sí, de sodio. Va detrás del noble, o sea del gas noble Neón, Juega como Gento quiere decir que es el número 11, como el número de Gento y pesa 22,99, casi 23. Está claro, es sodio, o sea, Na.

- ¡Joder!, si no lo oigo, no lo creo.

- Esperad, que esto no es todo. El último cadaver llevaba un post-it que ponía "aparcamiento húmedo" y estaba apoyado sobre una puerta que tenía un consolador colgando del pomo ¿no?

- Cierto es, detective

- Os he dicho que no paréis de bailar, y por cierto, Tazas, ten cuidado con los dientes que me estás haciendo daño, un poco de cuidado. Como iba diciendo, este enigma fué facil. Tanto el post-it, como la puerta dicen lo mismo. Un aparcamiento húmedo es lo mismo que una puerta con pene, oseasé, un puerto.

- ¡Ahivalaostia! ¡Pero si estaba allí y no lo hemos visto! Se sorprendió el Comisario Jefe Lipe González

- Por supuesto que estaba ahí, señor González. Pero por eso, yo soy un famoso detective y vosotros estais bailando para mí.


Proceso deductivo de Adalberto


- Muy bien, muy bien, ¿Y al final, en que quedamos? Todavia no logro comprenderlo. Se quejó Tuga

- Tuga, tú, como los demás, no seríais capazes de comprender ni el mecanismo de un cubo sin asa. Está clarísimo: Por un lado tenemos el mar, por otro a la cantante Celin, por otro tenemos el sodio; Na y por último tenemos el puerto. Si juntamos todo tenemos mar-celi-na y puerto, oseasé ¡Un barco anclado el puerto de la ciudad llamado Marcelina, ahí es donde debemos de buscar a nuestro asesino!

En ese momento los tres hombres dejaron de bailar y a Tazas se le abrió la boca (todavía más)

¿Podrán recomponerse los policías despues de las absurdas deducciones de Adalberto? ¿Cojerán al fin al escurridizo asesino del post-it? y lo más importante ¿Por qué espinete iba en pelotas y cuando se iba a dormir se ponia un pijama? Todo esto y mucho más en el capitulo final de Adalberto y el caso del asesino del post-it

martes, 4 de noviembre de 2008

Aluniceros

Detenida una banda de aluniceros con más de 60 delitos desde agosto
03-11-2008
Este lunes en Madrid, la Policía ha detenido a un grupo de aluniceros con un peligroso historial: más de 60 delitos cometidos desde el pasado mes de agosto. Su forma de actuar era espectacular, al igual que sus huidas; siempre conduciendo en dirección contraria por la autopista. En esas escapadas se llevaban por delante coches de la Policía y turismos, dejando heridos y destrozos a su paso. De los 64 delitos cometidos por la banda, una veintena son alunizajes y otros muchos intentos. Los vehículos utilizados eran, por supuesto, robados. Los agentes han arrestado a siete personas. Todos tienes numerosos antecedentes, algunos de ellos ya fueron detenidos en abril cuando la Policía resolvió el asesinato de La Cubierta de Leganés retirando de la circulación una banda de aluniceros. La Operación Banzai sigue abierta.

Publicado por el mundo.es en:

http://www.elmundo.es/elmundo/2008/11/03/videos/1225735329.html

Bueno... vamos a ver... ¿Pero es que estamos gilipollas?
Que alguien me explique cómo demonios andan por la calle gentuza como esta, sin ningún tipo de vigilancia al menos. Gentuza con una larga lista de antecedentes y que lleva cometiendo esta clase de delitos desde el verano, poniendo en peligro la vida de los ciudadanos que van a llevar a sus hijos a la escuela o simplemente a comprar el pan, por cuatro duros que se puedan llevar.
Por favor, que alguien me lo explique.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Adalberto y el caso del asesino del post-it 4

aCuarto cadaver
El Inspector Mento, estaba debatiendo las peculiaridades del nuevo crimen del asesino del post-it con sus compañeros, el Subinspector Tuga y la Agente Tazas mientras el Comisario Jefe Lipe González marcaba el número de Adalberto Mate en su celular.
- ¿Mate, eres tú?.... Sí, otro cadáver. En la puerta trasera del restaurante chino Tan-Dao-Vien. ... No te preocupes, te informaremos de todo, aunque como supondrás, no hay demasiadas pistas, ya sabes, "normales".

Vista frontal del restaurante chino

Pasados escasos veinte minutos, Adalberto se presentaba en el lugar en cuestión. La parte trasera del restaurante chino daba a un callejón sin salida donde se acumulaban las basuras y los gatos callejeros. El cadáver (de un tío normal) yacía sentado de medio lado apoyado sobre la puerta trasera del restaurante con el ya típico post-it en la frente, en el que figuraba escrito: "aparcamiento húmedo"

Callejón. Parte trasera del restaurante chino

- ¿Algo fuera de lo común? Pregunto Adalberto

- Sólo una cosa, detective. Fíjese en el pomo de la puerta.

Adalberto se acercó y de repente dió un respingo hacia atrás. - ¡Ostias, Pedrín!

Colgando del pomo de la puerta, había un consolador Big John en su versión XXL.

- ¿Qué le parece, detective? Comentó la Agente Tazas

- Bueno, yo diría que más o menos la mía es del mismo tamañ...

- ¡No le estoy preguntando por el consolador, le estoy preguntando por la situación en general!

- Ya, ya lo sabía, era para ver si estaba atenta.

El Subinspector Tuga se adelantó, miró a los ojos a Adalberto y esputó: - Diga la verdad, señor de-tec-ti-ve. No tiene ni la más remota idea de lo que pasa ¿Verdad?

Momento justo cuando Adalberto descubrió la verdad sobre los asesinatos

Entonces, Adalberto dió un paso adelante y dijo:

- ¡Señores, para mí el temita está claro! ¡Ya tengo la solución al enigma de los post-it!

- ¿Y no le importaría compartirlo con los demás, señor Mate? Dijo González

- Por supuesto que sí, Comisario Jefe. Pero antes tenemos que discutir una cosa. Creo recordar que en el primer capítulo de esta historia me llamásteis detective de mierda.

- Bueno, ya sabes Adalberto, no iba en serio. Dijo Tuga.

- Ya, ya... os diré lo que vais a hacer.


¿Que les dirá Adalberto a los policías? ¿Cuál será el significado de los post-ít? y lo más importante: ¿Que tipo de animal es Goofy?
¡Todo esto y mucho más en el capitulo final de Adalberto y el caso del asesino de los post-it!

viernes, 31 de octubre de 2008

Las "n" dimensiones

Si, queridos lectores, (es decir, a mi abuelita) el espacio, según las matemáticas tiene n dimensiones, oseasé, un número indeterminado de ellas. Y la verdad es que cuando un matemático flipado te lo explica te deja diciendo: - Pues va a ser que es verdad. Pero cuando pasas de la teoría numericaletril a la práctica y al mundo real, la cosa se pone más difícil.


El caso es que, como todos sabemos (excepto quizás los de la LOGSE) nosotros vivimos, o mejor dicho percibimos un mundo en tres dimensiones, entendemos las dos primeras y decimos que existen todas las demás hasta llegar a "n".
Nosotros percibimos todas las cosas en tres dimensiones. Todas las cosas. Me explico:




Vamos, no me jodas que tú me vas a explicar a mí.

Lo que sería una dimensión, osea, una raya en el espacio, sólo es representable en la imaginación, porque en nuestro mundo, que está en tres dimensiones, por muy fina que hagamos la raya, siempre tendrá un grosor y un volumen. Lo mismo ocurre con las dos dimensiones. Las cosas en nuestro mundo no se limitan al largo y el ancho. Incluso una hoja de papel o una lámina finísima de material siempre tiene un "alto", aunque sea microscópico.



Representación gráfica de cero a cinco dimensiones. ¡Vamos, venga ya!


Pues bien. Podemos tener una certeza de la primera y segunda dimensión porque podemos entenderlas y representarlas, ya no sólo matemáticamente sino también en nuestra mente pero, ¿más allá de la tercera dimensión? ¿porqué no podemos verlas ni entenderlas de la misma manera que las dos primeras?

Ahí va mi teoría de las n dimensiones. (Redoble de tambores)

"Todo habitante de una dimensión n podrá entender el intervalo de dimensiones [1,n]"
Si no lo veo, no lo creo. Menudo rollo os está contando este tío. ¡Pasad de él y cerrad el blog!

Es decir, nosotros, habitantes de la tercera dimensión, podemos entender la primera, la segunda y la tercera, pero de la cuarta para arriba (n+a) se nos escapa de la imaginación"

Proyección en tres dimensiones de un cubo en cuatro dimensiones o hipercubo. ¡Vamos, venga ya!

Y, querida abuelita, preguntarás como he llegado a esta conclusión. Pues de la siguiente forma:

Ya que el moi es un habitante de la tercera dimensión, y domina las dos precedentes, he procedido a imaginarme a un habitante de la segunda dimensión. Cogí una hoja de papel y dibujé a un monigote, llamemoslé Paquito. Paquito vive en su mundo de abcisas y ordenadas, pero ese mundo no tiene más que un punto de alto. Paquito está planito, planito, como si a uno de nosotros le metieran en una prensa hidráulica. Y mientra Paquito juega y rie con sus amiguitos en ese mundo sin z, nosotros le vemos ahí, en ese folio. Pero... ¿que es lo que ve Paquito de nosotros?

Podemos llegar a imaginar que Paquito sería incapaz de vernos. Es como si nosotros estuviéramos en un nivel superior y pudiéramos verle a él pero él a nosotros no.

Con esto quiero explicar, de una forma un poco tosca y quizás el ejemplo no sea todo lo riguroso que deba, que la cuarta, quinta y la n dimensión sí existen, más allá de las matemáticas, pero nosotros, pobres habitantes de la tercera dimensión, no podemos alcanzar a verlas.

¿Soy, o no soy un monstruo?


Representación gráfica de monstruo

martes, 28 de octubre de 2008

Adalberto y el caso del asesino del post-it 3

Tercer cadaver
Adalberto se encontraba en su oficina, sita en un pisito muy discreto entre Serrano y Recoletos, cuando sonó el teléfono.

- ¿sí? OK. Ahora voy.
Era la voz del Subinspector Tuga. Había un nuevo cadáver degollado y con un post-it. Cuando Adalberto llegó a la escena del crimen, le estaban esperando las tres personas encargadas del caso, que escoltaban al Comisario Jefe Lipe González.

El Comisario Jefe Lipe González


- No se corte, detective. He sido yo quien ha dicho a Tuga que le llame. Dijo Lipe. - No es por llamar incapaces a mis hombres, pero dada su experiencia con este tipo de casos, creo que vendrán bien dos ojos más.

- Ya. Vamos, que no tienen ni puta idea ¿No?

- Exacto.

- Bien, vamos a ver el fiambre, a ver que podemos sacar en claro.

El cadaver estaba en una pose muy parecida a la de los otros dos y con un post-it en la frente.Adalberto se acercó hacia el post-it y leyó: "Va detrás del noble, juega como Gento y pesa casi 23"

- Como de costumbre, ninguna pista excepto el post-it.

- Como de costumbre.

- Bien. Tengo que aclarar las ideas. Las pistas son muy confusas. Me voy a mi despacho. Les llamaré si descubro algo.

La agente Tazas se acercó a Adalberto.

- Estamos en un callejón sin salida. Sin huellas ni demás pistas, nos quedamos con el galimatías de los post-it. Y parece que no tienen ningún sentido.

- (Sin sentido te iba a dejar yo...) No se preocupe, señorita. Todo saldrá bien.


Esta foto no tiene sentido aquí. Pero la agente Tazas está tan buena que se agradece ponerla.

Los cuatro policías, Lipe, Mento, Tuga y Tazas, quedaban por detrás de la cinta "no pasar" mientras Adalberto se dirijía a su despacho cavilando...

- (Pensando) Que Hijoputa el de los post-it. Que hijoputa.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Adalberto y el caso del asesino del post-it 2

Segundo cadaver

No habían pasado ni 48 horas cuando en la emisora de la policía se comentaba el encuentro de otro cadaver encontrado en extrañas circunstancias.

La emisora oficial de la policia que Adalberto, sabiamente tenia interferida, no daba muchas más pistas, por lo que salió veloz hacia el lugar de los hechos. Estaba seguro que era la segunda víctima del asesino de los dias pasados y por el camino, se preguntó cómo era posible que la policía encontrara el cadaver antes que él, con lo gañanes que eran los encargados del caso, aunque la Agente Tazas apuntaba maneras, además de para arriba.

Cuando llegó a la escena del crimen, el Inspector Mento, se apresuró a cortarle el paso.




Un día de trajajo del Inspector Mento







- ¿Dónde te crees que vas, Mate?

- Venga, Mento, déjame mirar. ¿Que mas te da?

- Lo siento, pero ya sabes que si viene el comisario y me ve hablando contigo, tendré problemas.

- De acuerdo, de acuerdo. Al menos dime rápidamente lo que habéis encontrado y después me iré.
- Está bien, el cadáver es de una tía normal, degollada. Parece ser que se dirijía al Pub "El desguace", donde actuaba de cantante. No hay huellas y la única pista es un post-it en la frente del muerto. Estamos seguros que se trata del mismo asesino de hace dos dias...

- ¿Qué pone el post-it?

- No lo llego a comprender, pone "Titanic". Sin más. Yo creo que se quiere reir de nosotros.

- Titanic ¿eh?. Gracias Mento. Saluda a Tuga de mi part... ¡Mira, mira, mira...!

Unos metros más allá, estaba la agente Tazas en cuclillas, revisando el cadáver en busca de pruebas, y, en esa pose, dejaba entrever un tanguita blanco por encima del pantalón del uniforme.

- Canelita en rama, macho.

- Te diré, que tengo que sufrirlo cada dia.







Tazas y su tanguita negro




- Bueno. Lo dicho. Muchas gracias y no dejéis de avisarme si descubris algo.

- Venga. Pírate ya.



lunes, 20 de octubre de 2008

Adalberto y el caso del asesino del post-it 1

Primer cadáver

Había una gran aglomeración de gente en el oscuro callejón. Al pie del cadaver se encontraban el Inspector Mento y el Subinspector Tuga, mientras la Agente Tazas, intentaba disolver al gentío.

- Circuleeen, circuleen. Aquí no hay nada que ver.

Adalberto, como no, se encontraba en el lugar de los hechos. Observando desde fuera de la cinta de protección que estaba colocando la Agente Tazas.

La Agente Tazas con uniforme de verano

- ¡Mira por dónde no me extraña verte por aqui!

- ¿De quien hablas, Tazas?

- Encantado de volver a veros. Hacía mucho tiempo.
- Sí. desde que te largaron de homicidios.

- Sabes que no podemos compartir información contigo. Nada personal. No nos permiten hablar de casos confidenciales con los detectives de mierda.

- No os preocupeis por mí. me iré.

Adalberto salío de la escena del crimen con media sonrisa dibujándose en su cara. Había cumplido su misión, hacer creer a la policía que no tenía datos sobre el caso. Nada más lejos de la realidad. Adalberto llegó media hora antes que ellos a la escena del crimen. Era un especialista en oler la sangre. Se encontró el cadaver de un hombre de raza caucásica, de 1, 75 de altur... ¡Bueno, lo que podríamos llamar un tío normal! Tenía el cuello degollado y un post-it azul en la frente que decia: 4/5 .

Después de haber liberado al cadaver del peso que le suponían los 40 euros con 50 céntimos que llevaba en el bolsillo y de anotarse la pista del post-it, se quedó por la zona para dejarse ver por la policía.





La gente normal utiliza los post-it, por ejemplo, para hacer la lista de la compra






El olfato de Adalberto no le fallaba, y le decía que iba a haber más sangre. El asesino no iba a terminar con un sólo cadaver en su cuenta. Habría más.